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En nuestras realizaciones contamos la historia de nuestra gente y lo hacemos con originalidad e impacto.
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Guillermo Villanueva es un tornero que vive en la Ex Oficina Salitrera Victoria. Este enclave es el último centro minero salitrero en la Región de Tarapacá. Por disposición del gobierno militar, se cierra en el año 1979. Sus habitantes son prácticamente obligados a dejar las instalaciones y buscar nuevos horizontes laborales y donde vivir. Un gran número de personas se traslada al puerto de Iquique. La mayoría ya tiene raíces en esta ciudad. Villanueva es además un fotógrafo aficionado y descubre las filmadoras de cine de 8 mm 1967 cuando trabajaba en la construcción del aeropuerto de Chacalluta en Arica. Los colegas le sugieren este formato audiovisual por que en él las fotografías tienen movimiento.
Registra el crecimiento de sus hijos, el trabajo, los amigos y, de paso, la vida cotidiana en Victoria. Hoy las imágenes cobran vida y con relatos del protagonista principal, se revive la historia de este centro minero en el desierto. Películas llenas de símbolos y rutinas pampinas evocan recuerdos de la infancia salitrera.
La lucidez y el entusiasmo del tornero, nos permite descubrir los juegos, las alegrías y el día a día de la gente que habita el lugar. Para aquellos y aquellas que nunca vivieron en la pampa salitrera, se les ofrece la oportunidad de conocer el sentido y el significado de la vida cotidiana en el desierto más árido del mundo; y comprender que esta se forma a medida que se crea colectivamente un sentido de vida bajo un horizonte histórico.
La historia de la radio en iquique no se ha contado del todo. En algunas páginas de mis libros, he bosquejado algo de esa aventura de contar con nuestras propias radioemisoras. Los mismos realizadores del documental Radio Leon XIII, nos acercaron a esa aventura de tener un medio como ese, en la oficina Salitrera Victoria.
Hoy nos desafían a conocer acerca de las radios de Iquique. Imágenes y música que nos devolverán a tiempos de la AM y de la FM. Rostros de locutores que si vuelven a nacer, volverían a hacer los mismo. En este documental hay buena parte de la historia de la ciudad.
Hasta los años 70 del siglo pasado, la radio se constituyó en uno de los artefactos más preciados del hogar. Las emisoras locales construyeron un imaginario en la que la vida cotidiana se reproducía. La voz del locutor era como se decía en esos tiempos «una voz amiga». En la pampa salitrera, y en la Oficina Victoria, aparte de tener cines, bailes religiosos y clubes deportivos, los Oblatos instalaron una radio. Y como era zona de trabajadores conscientes de sus derechos, le pusieron por nombre «Leon XIII».
La historia de esta radio es contada en este documental con el ritmo y la atmósfera de la música de los años 60 y 70. Testimonios de hombres y mujeres de esa oficina, le otorgan a esta obra el rol de memoria viva de una localidad de una radio que tuvo que apagar sus transmisiones, no hasta el día de mañana, sino que para siempre.
Este trabajo hay que insertarlo en la lucha contra el olvido. Una obra que remueve los recuerdos y los pone en primera fila. Un documental para los pampinos pero también para aquellos que hemos hecho del no-olvido una tarea para entender y enfrentar mejor el futuro.
Esta es la historia íntima y emocional de un hombre que fue protagonista, en varias dimensiones, de uno de los hechos más impactantes de la naciente democracia y la reciente historia de Chile. Lo que aún no ha sido contado: la búsqueda y hallazgo, el 02 de Junio de 1990, de la fosa clandestina de Pisagua, que contenía los cuerpos momificados de 19 hombres ejecutados tras el 11 de Septiembre de 1973. El desierto pudo preservar el horror y calvario de estos seres humanos, pero también generó desafíos y develó responsabilidades a nivel social y político.
Este documental es el relato de cómo, a comienzos de ese mes Junio, algunos hombres y mujeres buscaban en el medio del desierto una fosa con decenas de ejecutados a poca distancia del cementerio de Pisagua. Toda la labor se hacía en absoluto secreto porque no se quería alertar a quienes todavía tenían el poder de ocultar sus huellas. El registro de la época permite transmitir el temor de chilenos que venían saliendo de una dictadura de 17 años. la misma que también había impedido una búsqueda más temprana. Ninguno de los participantes imaginó la potencia de lo que iba a ocurrir una vez hallada la fosa.
Para nuestro protagonista, estos acontecimientos, son el relato de su historia, desde la detención de su padre, la mentira oficial, la ausencia, la búsqueda, el hallazgo y el reencuentro. Un tránsito que muchos otros familiares de detenidos desparecidos no han podido lograr.
En este divicil camino, el que registramos y plasmamos y que resume toda la historia de un hombre y la de todos los chilenos. El Palero es una piedra grande en un gran mosaico de relatos de dolor, pérdida y abandono tras el Golpe de estado de 1973 en Chile.
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